Los problemas de nuestra economía no tiene solución completa posible en el seno de la Unión Monetaria Europea si nos limitamos a aceptar las condiciones en que ésta está diseñada y las políticas que viene imponiendo.
Después de haber afirmado que el caso irlandés era ejemplar, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional no tienen nada que decir cuando su "modelo" salta por los aires